lunes, 8 de octubre de 2012

COMIENZO...

Los taxistas siempre comienzan su trabajo preguntando por el final del mismo, cuándo y dónde terminará su servicio. Sólo de esa manera pueden hacerlo, de lo contrario se enredarían entre las miles de calles de la ciudad sorteando posibles destinos con la finalidad de acertar fortuitamente con el que tiene en mente su cliente. La terapia (para que sea breve y eficaz) debe comenzar conociendo hacia dónde va, con la misma claridad que la respuesta que obtiene un taxista cuándo pregunta ¿hacia dónde le llevo?. Es nuestra función no arrancar sin tener claro el final del camino.

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