sábado, 28 de marzo de 2015

TEA


Ella levanta la comisura de sus labios y simula una sonrisa. Sonreír está en la lista de cosas que hacer cuando te presentan a un extraño. Eso es lo que dice el papelito que lleva siempre en el bolsillo izquierdo. Él es un extraño. Lo sabe porque no conoce su fecha de  cumpleaños ni su color favorito. Ójala pudiera preguntárselo y pasara a la categoría de conocido. A los conocidos se les puede hablar de temas favoritos, como cuántas capitales tiene Europa. También se les puede abrazar y pedir cosas. Pero preguntar la fecha de cumpleaños es algo que no se puede hacer si mamá o la profesora no está delante. Tampoco se le pueden decir cosas feas como: qué nariz más larga o qué pelo más brillante.  
Mario la sonríe, nervioso. No recuerda si a una chica se le da la mano o un beso. En caso de duda, tiene dos opciones: mirar en el papel que guarda en la mochila o esperar a que la otra persona actúe. Mario opta por la segunda.
Ambos sonríen. Es divertido hacer nuevos amigos.



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